Niños almorzando en el Centro Infantil

Hace más de una década abrimos una pequeña puerta donde risas y abrazos se convertían en nuestro alimento diario, donde la esperanzas estaban intactas, al menos eso creíamos. Una puerta que nos llevó a un lugar mágico y encantador pero a la vez lleno de entornos difíciles.

Ese lugar son nuestros centros infantiles comunitarios que dan atención a 507 niños de 1 a 3 años de la ciudad de Quito, que provienen de familias de escasos recursos económicos, algunas de ellas bajo la línea de la pobreza.

 

La Realidad de Sara y Anahí

La situación para ellas no es nada favorable, viven en una quebrada a pocos metros de un río contaminado que lleva las aguas servidas de la ciudad. Su vivienda a penas son cuatro paredes y un techo de zinc con goteras, pero este no es el mayor problema al que tienen que enfrentarse, cada día Eliza debe salir a buscar algún tipo de trabajo informal para poder recolectar algunos centavos y llevar comida a su hogar. Ganar unos $3 a $5 diarios es una bendición para ella.

Lo que nadie sabe es la realidad por la que atraviesa Eliza, fue abusada sexualmente a la edad de 15 años, producto de este hecho, ella quedó embarazada de su hijo mayor, no tuvo acceso a la educación ya que sus padres no la apoyaron cuando esto sucedió y en profundos estados de depresión ha tenido que criar a sus dos niñas y aprender a amar a su primer hijo.

Se levanta a las 4:00 AM. Para preparar una pequeña bola de harina para cada miembro de su familia y una tasa de café, vestir a sus hijos y enviarles los centros de educación con el sueño de salir a las calles y encontrar algo para vender en ese día. Actualmente percibe un ingreso promedio al mes de $65 con los que tiene que mantener a sus tres hijos. 

Anahí y Sara asisten a uno de nuestros centros infantiles de lunes a viernes, donde reciben educación, amor por parte de nuestras educadoras y comida. Junto al apoyo de voluntarios y haciendo esfuerzos muy grandes por falta de donaciones, hemos logrado juntar algo de alimentos para que esta familia pueda alimentarse durante el fin de semana, porque sabemos que aún hay esperanza para ellos.

El futuro de ellas es difícil de predecir por las circunstancias en las que viven. Los Centros Infantiles se encuentran ubicados en lugares muy pobres y periféricos de la ciudad, donde el índice de inseguridad es alto, afectado por delincuencia, alcoholismo, drogadicción, prostitución, falta de empleo y educación principalmente. Esto a influenciado para que los entornos familiares se desintegren y los niños se vean expuestos a abandono parental, violencia doméstica, desnutrición, malnutrición, maltrato psicológico y en algunos casos hasta abusos sexuales.

Cada centro infantil acoge a aproximadamente a 50 niños que viven en circunstancias similares.

 

ALGUNOS DATOS

  • El 16% sufre desnutrición crónica y 30% malnutrición dentro de sus hogares
  • El 60% de niños presentan cuadros de violencia física y emocional dentro de sus familias
  • El 43% de las familias son monoparentales, donde la madre tiene de 2 a 3 hijos y obtienen ingresos entre los $30 a $100 por mes
  • El 48% de las familias no cuentan con un trabajo estable
  • Algunos niños no llevan un adecuado control de higiene personal en sus hogares, y el centro infantil no cuenta con recursos para la compra de materiales de aseo personal que ayude en esta área
  • Nos existe intervención de trabajadores sociales o psicólogos por parte del gobierno para determinar el verdadero grado de vulnerabilidad por las que atraviesan las familias
  • Los centros infantiles tienen infraestructuras en mal estado y no hay un adecuado desarrollo psicomotriz en los niños por falta de materiales didácticos
  • Los sistemas eléctricos y de agua potable están en malas condiciones
  • Los baños están en mal estado y no adaptados para niños
  • El estado solo apoya con alimentación y el pago a las educadoras, pero no financia ni aporta para el mejoramiento de la infraestructura

Ahora, después de haber cruzado esa puerta y ver las realidades de los niños, familias y centros infantiles podemos decir que valió la pena, que aún las esperanzas están intactas si actuamos juntos para levantar el futuro de niñas como Sara y Anahí y de sus hogares.

Cada año tenemos la meta de fortalecer integralmente a un centro infantil aún nos queda mucho trabajo por hacer. Es fácil llegar a conoces estas realidades lo más difícil es comprenderlas y sostenerlas en el tiempo, y esa es nuestra misión.

¿CÓMO PUEDES AYUDAR?

Haz tu donación voluntaria y ayúdanos a financiar:

  1. La compra alimentos para los niños de las familias más pobres durante los fines de semana
  2. La compra de material didáctico (Plastilina/Play Dooh, rompecabezas, juegos lógicos, enhebrados, cartulinas, crayones, acuarelas, lápices de color, etc.)
  3. El equipamiento de computadores o tablets para el trabajo de las educadoras
  4. Comp material de limpieza
  5. Adquirir productos de higiene personal para los niños y familias
  6. Adquirir mobiliario para los Centros Infantiles (sillas para bebé, colchonetas, mesas y sillas para niños de 0 a 3 años, anaqueles, set de juguetes para espacios recreativos, etc.)
  7. Cubrir costos de movilización de voluntarios, trabajadores sociales y psicólogos, para visitas domiciliarias y a los centros infantiles
  8. Adquirir sistemas de seguridad para los CDI's
  9. La compra de juegos infantiles de exterior
  10. Comprar uniformes de niños y educadoras

 ÚNETE COMO VOLUNTARIO

FaLang translation system by Faboba